Ante el Villareal los blanquillos volvieron a quedarse en pañales en defensa, con fallos de benjamines que permitieron la llegada del Villareal en situaciones clarísimas de gol, que terminaron siéndolo ante un "inocente" Carrizo, "inocente" por lo de ingenuo, no tanto por no culpable.
Es cierto que desde el club se está intentando mejorar la imagen, que se quiere contentar a una afición con hambre a la que el chupete sólo ha logrado "calmar" y no en todos los casos. Hace falta el biberón.
Y llegarán más fichajes, dos centrales como Contini y Ponce y un portero, Roberto del ATM, pero quizá es un poco tarde.
Sí, ahora lo fichajes están saliendo "baratitos", pero es posible que esta gestión le salga al club maño, muy cara. La permanencia esta en peligro, y no olvidemos que bajar a segunda supone "fuga de cerebros", aunque en este caso parece que escaseen.
Para lograr un equipo no sólo hacen faltan nombres sino tiempo, y el RZGZ pretende conseguir en tres días, lo que dura su concentración en Tenerife, lo que otros equipos hacen en toda la pretemporada. A ver si hay suerte.